12.22.2008

Fear & Loathing in las Vegas


Cualquier día de noviembre de 2005, todos los días de cualquier mes y de cualquier semana son idénticos, y además no proporcionará mayor utilidad agregar si era lunes, jueves o domami; son alrededor de las 9 de la noche y Kraftwerk ya ha tocado alrededor de 1 hora, el lugar es una carpa y no entiendo cómo es que funciona el sistema de aire pues los que comenzaron a “fumar” hace más de una hora y no han dejado de hacerlo han llenado el lugar del intenso olor. Yo no creí que fuera para tanto, pero después de ese tiempo y con el ambiente saturando olor a marihuana comparto un poco de los efectos:

Veo a un tipo de alrededor de 27 años, es moreno, muy moreno, y debe medir alrededor de 1.85m y pesar aproximadamente 95 kilos, y mi mente que no sirve para los viajes pero fácilmente alberga mal viajes me dice que nel, ese wey no puede ser un fan, no tiene pinta de fan de Kraftwerk (no creo que exista tal pinta, pero si existiera yo estaba convencido de que ese wey no la tenia), y no sé de dónde diablos mi susceptible inconciente manipulable me dice que ese wey esta tramando algo, y que esta contra todos los allí presentes, y como estaba vestido de manera similar a los del staff se me empieza a ocurrir que viene para consignar a los que se encuentren bajo el influjo, ni siquiera la idea de que yo no había fumado nada me hacia calmarme durante ese instante, se me ancló la idea de que ese wey era policía o algo así, ni si quiera que el cabrón estuviera disfrutando “Tour de France” me hizo desistir de tal pendejada, llegué al grado de pensar que tenia que avisarles a todos para salvarlos, jajajaja, conforme en la mentada carpa fue mejorando el sistema de aire y después descubrí que ese wey era de los que estaban fumando, cesó la idea absurda del complot que inventé por un instante. Sí, suena ridículo, pero el punto es que se volvió real por un instante. Ahora, suena igual de ridículo que estando en un bar en las vegas alucines que tu acompañante se esta transformando en una especia de insecto al que le avientas la profecía de que mutará y tendrá once tetas, claro, después de que inhalas cocaína de un salero, INHALAS ETER, te comes un acido, y no dejas de fumar en toda la pinche película, porque sales en una película.

El mal viaje es algo horrendo, sientes que tu pinche alma se hincha y te quiere salir por los poros, el sonido de la realidad lo palpas con el tacto y eres incapaz de oler algo, todas las sensaciones te abruman, lo peor, eres incapaz de expresarte, es el perfecto estado para explicar emociones, pero estas incapacitado para hacerlo. Después se vuelve un asunto periodístico, explicar las cosas a través de los recuerdos del pasado personal.

Retomando el asunto de LA PELICULA, el mayor logro que le encuentro es el retrato perfecto del absurdo de las consecuencias del abuso de sustancias, no exalta nunca su uso, en eso han fracasado muchos, incluyendo a Timothy Leary, quien en voz del propio filme engaño a muchos haciéndoles creer que era posible alcanzar la paz con 3 dólares de dosis, ofrece en cambio una visión muy valiosa para quienes nos hemos visto reflejados en el espejo de la ansiedad.

Si alguien consigue o posee la novela de Hunter S. Thompson. Por Favor Préstenmela!!!